Por todos es sabido que los niños necesitan espacio para moverse, y algún que otro minuto para dejar volar la imaginación. Además de esto, necesitan calma y momentos de relajación.
Los alumnos son pura energía, pero también son capaces de fijar su atención durante tiempo en los colores que tiene el arcoíris o cómo la purpurina baja lentamente por un frasco…
Es por ello que en el CEIP Andalucía de Camas (Sevilla) hemos llevado a cabo en el aula de 2ºA la estrategia de “EL RINCON DE LA CALMA”. El objetivo de habilitar este espacio en el aula, ha sido que los alumnos aprendan a conocer sus propias emociones y con ello, sean capaces de gestionar lo que sienten en cada momento.
Para llevar a cabo El Rincón de la calma, contamos con la colaboración de la tutora del aula, con quien acordamos aspectos importantes para llevar a cabo dicha estrategia como: espacio en el que se situaría, materiales, etc.

Una vez delimitado el espacio en el aula y seleccionado los materiales que utilizaríamos, presentamos a los alumnos este rincón. En dicha explicación les propusimos que se comprometieran a cuidar del material y hacer un uso adecuado del mismo. Para ello, les explicamos en qué consistían, cómo usarlos y cuál es la principal función del rincón.
- Una alfombra para sentarse o tumbarse, y así estar cómodos cuando lo necesiten.
- Diferentes tarjetas: podrán identificar sus emociones, practicar yoga en el aula, decir cómo se sienten, reflexionar sobre lo ocurrido…
- Frasco de la calma: podrán observarlo detenidamente y calmar así sus pensamientos.
- Pelotas antiestrés que como su nombre indica, les ayudara a calmarse y gestionar sus emociones más negativas.
- Cuentos con mandalas. El coloreado de mandalas les ayudará a calmar las emociones, y además, favorecerá la concentración.
- Pompón relajante
Este espacio ha sido muy bien acogido por los alumnos, ya que reconocen en él, un “refugio” para calmarse cuando están nerviosos o enfadados, resolver posibles conflictos con sus compañeros, estar solos si eso es lo que necesitan y tranquilizarse cuando estén frustrados.
Todo el alumnado está de acuerdo en que el rincón de la calma es un espacio ideal para ellos y que lo que lo hace verdaderamente especial son los materiales tan “relajantes” que lo componen.
María José Miguez Jaén
Técnico de Apoyo a la Inclusión